miércoles, enero 23, 2013


“… el cante como lo intocable, por tanto, lo indecible. El cante es como el cuerpo para Foucault, algo que es y no es lo que llamamos cante. Si Foucault analiza los discursos que el poder genera y que hace que sólo pueda entenderse el cuerpo desde sus límites; el cante está sepultado por una mitología cuyo súmmum es la razón incorpórea, pero que arranca en Demófilo y las truculentas vidas de cantaores de Núñez del Prado, que toman forma en Lorca y su Juego y teoría de duende,… Si la mitología le ha robado el cuerpo al cante, lo ha sacrificado en aras de una mitologíaa rosseauniana trasunto del paraíso perdido crisitiano, ¿es posible fisicar esos motivos para devolverles el cuerpo?, ¿hay alguna posibilidad, por remota que sea, de que esa fisicidad a que se expone lo mítico no roce al costumbrismo?...”

Fragmento de las conclusiones sobre el proceso investigación en curso junto a Juan Carlos Lérida y Niño de Elche (Los cuerpos del flamenco. Acercamiento al cante.)



jueves, enero 10, 2013

Cuadernos


cada vez que releo cuadernos, encuentro inicio de textos que son abandonados casi siempre con un "puaj, esto es malísimo" o algo una exclamación similar justo tras la interrupción. la cosa es que cuando los releo, tiempo después, me parece que no estaban tan mal y pienso ¿por qué no seguiste? por ejemplo:
me encontraba el otro día escuchando música en casa con el fin de distraer mi indolencia, pero sin prestarle apenas atención a eso que sonaba, cuando una nota cautivó todo mi ser y se llevó mi indolencia sin dejar rastro. no soy músico, así que me será imposible decir cuál era esa nota, mejor dicho, ese acorde al que me refiero. tampoco puedo decir si fue el propio acorde el que provocó este efecto por sí solo o fue la combinación de notas que antecedieron a dicho acorde a la que yo no había prestado atención hasta ese momento la que me fue afectando subliminalmente, por así decirlo, como gotas que caen en un vaso hasta que lo colman. en cualquier caso, mi atención fue capturada de improviso y, con ella, mi verticalidad, pues el instante se zanjó con una debilidad en mis piernas a la altura de las rodillas que dio con mis huesos, concretamente los de las posaderas y parte de las piernas, en el suelo.
cuando, tras el aturdimiento incial, fui capaz de levantarme, me dirigí de nuevo al tocadiscos y lo detuve. no para tirar el vinilo a la basura, no, sino para recomenzar la audición desde el principio, prestándole esta vez toda la atención de la que fui capaz. 
así, escuché el rasgueo de la aguja sobre el vinilo como prólogo de imposible silencio de la pieza, luego, las primeras notas, tímidas, dudosas de si querrían ser escuchadas. mi actitud física era cualquier cosa menos indolente: estaba, podría decirse, volcado sobre el plato des discos, mirando el vinilo como quien lo anima, 
como quien da permiso para existir a un recién nacido, 
como una comadrona parturienta,
como el llanto por el frío del agua bautismal.

no. no es eso, no lo es. las notas salían, era mi percepción, tímidas; pero salían, iban saliendo y yo las absorvía. estaba a un paso del tocadisco y a cinco de la pared más cercana de la habitación... 

http://www.youtube.com/watch?v=8X0xzjd7jV0&playnext=1&list=PL1FFDA2EA8F9A1916&feature=results_video

martes, enero 08, 2013



imagen tomada de aquí: http://hiperficcionario.blogspot.com.es/2009/11/borges-y-eco-el-cuento-de-los-autores.html



este libro nació de un texto de borges. de la risa que sacude, al leerlo, todo lo familiar al pensamiento -al nuestro: al que tiene nuestra edad y nuestra geografia-, trastornando todas las superficies ordenadas y todos los planos que ajustan la abundancia de seres, provocando una larga vacilación e inquietud en nuestra práctica milenaria de los Mismo y lo Otro. este texto cita "cierta enciclopedia china" donde está escrito que "los animales se dividen en 
a) pertenecientes al emperador
b) embalsamados
c) amaestrados
d) lechones
e) sirenas
f) fabulosos
g) perros sueltos
h) incluidos en esta clasificación
i) que se agitan como locos
j) innumerables
k) dibujados con un pincel finísimo de pelo de camello
l) etcétera  
m) que acaban de romper el jarrón
n) que de lejos parecen moscas"
en el asombro de esta taxonomia, lo que se ve de golpe, lo que, por medio del apólogo, se nos muestra como encanto exótico de otro pensamiento, es el límite del nuestro: la imposibilidad de pensar esto

(las palabras y las cosas. Foucault)