martes, enero 31, 2012

alegría cotidiana



el día empezó temprano. 
no se escuchaba nada en la casa
ni en las calles.
subí aquí.
hice sonar una música suave. 
me puse en movimiento despacio, 
respirando y dejándome ser y estar.
luego,
traté de calmar los pensamientos mientras miraba la pared. 
no lo conseguí casi nunca,
pero, como cada día, 
mereció la pena intentarlo.
un alegría leve y persistente se ha quedado conmigo.
lo anoto por celebrarlo,
porque no sólo se canta lo que se pierdesino lo que se gana.

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