viernes, octubre 24, 2008

Salón de un restaurante chino completamente vacío. El camarero chino espera impertérrito. Entra un cliente y el camarero se acerca tan solícito como sólo puede hacerlo un chino. CHINO. Buenas taldes, señol. ¿Mesa pala uno? ESPAÑOL. Sí. (Pausa.) No. Silencio. CHINO. ¿Espela a alguien el señol? ESPAÑOL. No, no. El chino sonríe e insinúa una reverencia. ESPAÑOL. Sí, perdón. Mesa para uno. CHINO. Clalo, clalo, señol. Acompáñeme. El cliente sigue al chino que le indica una mesa pequeña. Hablan a la vez. ESPAÑOL. (Sentándose.) ¿Mucho trabajo? CHINO. (Ofreciéndosela.) La calta. ESPAÑOL. Perdón. CHINO. Peldón. Sí, mucho trabajo. De nuevo hablan a la vez. ESPAÑOL. Ya. (El español mira de reojo el salón vacío.) ¿Y desde cuándo…? CHINO. ¿La calta, señol? Pausa. CHINO. ¿Qué? ESPAÑOL. (Cogiendo la carta.) No, que cuánto llevan abiertos. CHINO. Ah, un año y tles meses. ESPAÑOL. ¿Y va bien? CHINO. Sí, señol. Glacias. ESPAÑOL. Me alegro, me alegro. (Nueva mirada al salón vacío.) Yo es que vivo ahí en frente, ¿sabe? CHINO. Ahí en flente. Muy bien, señol. ESPAÑOL. ¿Nunca me ha visto en la ventana? Ahí en el primero. Lo que pasa es que ahora llevo peluquín. CHINO. ¿Peluquín? ESPAÑOL. (Señalándose la cabeza.) Peluquín. CHINO. (Sin entender aún.) ¡Ah! ESPAÑOL. Peluquín. (Quitándoselo.) Peluquín. CHINO. Ah, peluquín, peluquín. ESPAÑOL. ¿Me reconoce ahora? CHINO. Sí, sin peluquín mejol. ESPAÑOL. Yo es que… CHINO. ¿Qué? ESPAÑOL. ¿Qué? CHINO. La cocina va a celal plonto, señol. Año Nuevo chino, señol. Peldón. (Señala la carta.) ESPAÑOL. Sí, sí, ahora mismo. ¿A qué hora cerrais por la noche? CHINO. ¿Pol la noche? Talde, talde, señol. ESPAÑOL. Ya he visto que.. ¿Y los camiones…? ¿Tanta comida..? No, lo digo por curiosidad. CHINO. Culiosidad muy buen, señol. Año Nuevo chino, señol. ESPAÑOL. Ah, sí, sí. Arroz. CHINO. ¿Tles delicias? ESPAÑOL. No, blanco, blanco. CHINO. Clalo, clalo. Aloz blanco, señol. ¿Y? ESPAÑOL. No, nada. CHINO. Bien. ¿Vino, celveza,…? ESPAÑOL. Nada. CHINO. (Cogiendo la carta que le cliente nunca abrió.) Glacias, señol. Ahola mismo. (Sale.) El español saca un walki-talkie. ESPAÑOL. Maruja, soy yo. Cambio. (Ruido confuso.) Estoy aquí, aquí en el chino. Cambio. Confirmado, Maruja, confirmado. Esto es una tapadera. Repito, una tapadera. Aquí hay manejo. Droga, Maruja, droga. Cambio y corto. El chino entra con el plato de arroz. CHINO. Aloz, señol. ESPAÑOL. Gracias. ¿Cuánto es? CHINO. Peldón. ESPAÑOL. La cuenta. CHINO. ¿No quiele..? Año Nuevo chino, pelo todavía hay tiempo. ESPAÑOL. Sí. Un poco. Pero… es que… tengo prisilla… CHINO. ¿Plisilla? ESPAÑOL. (Nervioso.) Prisa, coño, prisa. CHINO. Año Nuevo chino, señol. Tladición usted comel todo y yo invital. ESPAÑOL. Pero… CHINO. Tladición china, señol. ESPAÑOL. Pero tengo plisa, digo prisa. CHINO. Voy por tapelgüe. ESPAÑOL. Vaya por lo que quiera. El chino sale por la puerta de la cocina. El español saca una cámara de fotos, hace fotos apresuradas y huye. El chino vuelve con tupper ware. Mira el salón vacío y mete escrupulosamente el arroz blanco, que no tres delicias, en el tupper ware.
CHINO. Bueno, pala mañana...
david montero

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