lunes, abril 13, 2009

la perspectiva camarera: la vida desde el otro lado de la barra

hay un cliente que viene a diario: 45 años (?), gordete que no gordo (mu doble que dicen las mares). pide una de estas tres cosas invariablemente: opción a, menta poleo; opción b, ballantines solo en vaso ancho con hielo (poco) y un chorrito de agua del grifo; opción c, una tapa de queso y un vaso de agua. siempre viene solo, sobra decirlo. y cuanto entra por la puerta me saluda por mi nombre (qué tal, david) e igualmente con los compañeros que estén. si en el bar empieza a currar alguien nuevo, inmediatamente pregunta su nombre. ¿cómo se llama la muchacha nueva? se lo aprende y nunca lo olvida. es del sevilla, como yo. tenemos breves conversaciones sobre fútbol:
- ¿vas a ver el sevilla hoy? -dice él.
- no creo -respondo yo.
- yo llevo a mi sobrino al campo -añade.
o bien:
-yo lo veré ahí en frente.
no saca conversaciones de donde no las hay ni alarga demasiado las que salen.
el otro día le pregunté su nombre a otro camarero y no lo sabía. luega a otro y tampoco. en realidad, nadie sabe su nombre, pero él sabe el de todos.
hoy estuvo en el bar. se decantó por la opción c.

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