martes, noviembre 09, 2010

siempre me han costado las "obras artísticas de contenido social". es mi gusto, claro, y un cierto pudor a tratar temas en los que la fibra sensible es tocada con tanta facilidad y tan para el consenso y poco más. un poné: me enfadé cuando coixet "usó" la guerra de bosnia en su vida secreta de las palabras. es obvio que todos estamos en contra de ciertas cosas, pero usarlas en tu peli, en tu obra de teatro, en tu música... pa qué. a lemas como "la guerra es mala" o "qué pena que los niños mueran de hambre" o "es horrible que violen y torturen a la gente" sólo cabe el asentimiento general (a no ser que lo digas en el cuartel de los torturadores o en las estancias privadas del papa). y como casi siempre que veo-escucho obras de denuncia, me queda el eslogan, pues soy poco amigo de ellas. pero mira por dónde, en el disco póstumo de fernando terremoto hay una pieza "cayo negro (pa poquitos de dulce)" que es una excepción y que recomiendo vivamente. y eso que tiene todos los ingredientes a priori para no hacerlo: las letras que son pura descripción de imágenes que vemos cada día en la tele, un coro de voces africanas por detrás del cante,... sin embargo, consiguen penetrar un paso más allá. quizá por la honestidad (sí, esa palabra tan trillada, pero que aquí viene al pelo) de la escritura, por el desgarro y la entrega del cante, por la exquisita forma de introducir la música africana entre los tercios del cante a capella de terremoto.
para quien quiera tener opinión propia, le dejo el link de spotify.
y la letra que cierra el tema:
qué remedio tiene
que la tierra ruede
pa poquitos de dulce
pa muchos de muerte
y, ya puestos, recomiendo el disco completo. desde la trilla que acabo de comentar hasta la versión por bulerías del cambalache, la canción por fandangos o la malagueña, esa seguiriya "constelante", etc.
un disco que da mucha alegría de escuchar, con letras y músicas propias arrebujatías con otras clásicas que forman un todo.
da mucha alegría, claro, pero también la tristeza de un cantaor enorme que se nos fue tan pronto. que lo era ya lo sabíamos, ya lo habíamos escuchado. pero en este disco nos anunciaba que, sin dejar de ser puro jerez, digno hijo de su padre, se estaba asomando a ese abismo necesario que es hacer música flamenca hoy, con palabras y notas de hoy.
disfrútenlo completo si les place.