martes, diciembre 16, 2014

TAPAR LA LUZ (texto para un taller de teatro en el CICUS entre marzo y abril de 2015)

"Estamos desarrollando un aliento intelectual y artístico muy corto, queremos hacerlo todo ahora y nos aburrimos al momento, todo esto va contra el teatro. El teatro consiste en ofrecer tiempo, cerrar la puerta, tapar la luz del día y pasarse tres o cuatro horas concentrado en una situación" Peter Stein

Podemos enunciar con cierta facilidad un puñado de reglas sobre interpretación, dramaturgia y puesta en escena, podemos anotarlas en un cuaderno, aprenderlas de memoria y recitarlas como una oración. Eso no nos hace saber. A hacer teatro se aprende haciéndolo. El conocimiento lo da el experimentar en uno mismo la validez o no de esas reglas; equivocarse; entrenar la intuición, la atención y la imaginación; desarrollar cuerpo, voz, emoción e intelecto para el reto de subirse a un escenario. Y no hay fórmulas. Por mucho que algunos libros y algunos profetas nos quieran convencer de ello, no las hay. Herramientas sí, y reglas, y gente que se enfrentó antes que nosotros a idénticos problemas y encontró sus propias soluciones; pero fórmulas no. Cada cual tiene que encontrar su propia manera de hacer para ponerse en pie delante de un grupo de gentes y decir y hacer cosas mientras los otros miran, cuando la luz se ha tapado y se ha ofrecido tiempo. Paradójicamente, esa luz se habrá tapado para intentar iluminar algún aspecto de este asunto que nunca ha dejado de ocuparnos, lo humano, para intentar mostrar lo invisible a través de lo visible. Por eso, como dice Peter Brook, se puede hablar de los problemas de la vivienda en la televisión, puede hablarse del cielo en iglesias vacías, pero sólo en el teatro podemos preguntarnos si vale la pena vivir en casas y por qué y si queremos ir al cielo. Da igual la forma externa que haya adoptado esa tentativa de respuesta. Desde los griegos hasta hoy, desde lo académico a lo experimental, desde el teatro de texto hasta la performance, la esencia del asunto no ha cambiado: tapar la luz y concentrarnos en una situación para intentar dar respuesta a alguna de esas preguntas que siempre nos acompañan, que nunca responderemos del todo, pero que nunca podremos dejar de responder. Y, como dejó claro Brecht, hacerlo divirtiendo.

viernes, diciembre 12, 2014

onetti, juan carlos:

1. «No sacrifiquen la sinceridad literaria a nada. Ni a la política ni al triunfo. Escriban para ese otro, silencioso e implacable, que llevamos dentro y que no podemos engañar».
2. No es accidental que Onetti fume mucho y que fumen sin parar sus personajes. Gary Haldeman estableció que en La vida breve se fumaba treinta y nueve veces, en Para esta noche treinta y seis y en Tierra de nadie cuarenta y cinco. En los días enclenques, cuando Juan Carlos ya se encontraba muy mal de salud, prendía un cigarro y miraba cómo echaba humo. Solo miraba, no fumaba. «Tú no sabes lo que es un vicio», le decía a su mujer,...
2. En una nota a sus obras completas, Dolly recuerda que el escritor «elegía de acuerdo con su gusto o capricho a los visitantes. (...) En Montevideo era frecuente que el matrimonio dejase un papel pegado a la puerta que rezaba «No estamos, no insistir». Ya en Madrid, el autor bruñó aún más la sutileza. Cuenta Eduardo Galeano que una vez «envié a dos jóvenes amigos a ver a Juan Carlos. Llamaron y llamaron a la puerta hasta que al fin se deslizó un papelito con la letra inconfundible de Onetti por debajo de la puerta, que explicaba: “Onetti no está”».
3. A Onetti le gustaba disponer de todo a su alcance. El mundo debía ser tan grande y vasto que pudiese contemplarlo al microscopio desde el cabezal de la cama. Fueron recordadas aquellas Navidades que su hijo y su mujer aparecieron en casa con un globo terráqueo. Se trataba de un regalo largamente deseado. Onetti suspiraba por hacerlo girar y viajar a su manera doméstica, sin desplazamientos que lo agotasen, en una especie de aventura estática. Fue una decepción enorme para él «cuando vio que el globo no cabía en la mesilla de noche y tuvimos que depositarlo encima de un armario, lejos de la cama». Dolly recuerda que Juan perdió inmediatamente todo el interés por el globo terráqueo. Lo quería a su alcance y no pudo ser.
4. En la entrevista que concedió a Ramón Chao para un documental de la televisión francesa, este le preguntó si una vez que le entraba el deseo de escribir le costaba empezar, y si cuidaba la prosa: «En absoluto. Y no corrijo. Tengo de testigo a Dolly, que se encarga de marcarme las palabras repetidas y de que no queden consonancias. Los “ente” con “ente”, etcétera. Esta es su misión; después lo pasa a máquina, se lo manda a mi agente literaria Carmen Balcells y al fin, a esperar el cheque. Esa es mi vida».
5. «Nunca le interesó ejercer de escritor, sino simplemente escribir y leer. Por eso su figura se acrecienta en tiempos en los que el escritor es parte del aparato de promoción de su obra, y la literatura está mercantilizada. Hay que dar entrevistas, conferenciar, firmar libros. Él abandonó totalmente su obra», sostiene Claudio Pérez. Asumía esa derrota con tranquilidad, como si ya todo fuese inevitable, igual que en sus novelas. «Ni siquiera corregía las pruebas de sus libros». Onetti escribía y chau. No regresaba al vómito bajo ningún concepto. Un vómito, cuando es auténtico, se abandona para siempre, sin mirar atrás. Onetti no deseaba saber nada de Onetti. «Estoy harto de Onetti», le decía a algunas visitas que acudían a entrevistarlo, ávidas de conocer cosas de él.
6.- En 1981, como ganador del Premio Cervantes, tampoco tuvo Onetti más remedio que salir de casa para recogerlo. De vísperas, le confesó a la periodista Olga Álvarez en las páginas de El País: «¿Sabes, querida, lo que me gustaría hacer el jueves por la mañana? Confundirme entre la multitud, esconderme y que nadie me encuentre». Acabada la ceremonia en la Universidad de Alcalá de Henares, confesaba hace poco Dolly, «le dijo a la reina que él no iba a la fiesta posterior, que estaba cansado». Aguantó a duras penas los minutos que siguieron al acto gracias al tabaco. Cuando sacó el primer cigarro, palpó los bolsillos del chaqué y no encontró el mechero. Tenía al rey Juan Carlos al lado, y le preguntó: «¿Tienes fuego?». «No», dijo el monarca, y Onetti le dio la espalda y se fue en busca de mechero.
artículo completo de juan tallón

lunes, diciembre 01, 2014

quiero...


Quiero dormir a tu lado y hacerte las compras y cargarte las bolsas y decirte cuanto me gusta estar contigo pero me siguen obligando a hacer estupideces. Y quiero jugar a las escondidas y regalarte mi ropa y decirte cuanto me gustan tus zapatos y sentarme en el borde de la bañera mientras te bañas y hacerte masajes en el cuello y darte besos en los pies y llevarte de la mano e irme contigo a cenar y que no me importe que comas de mi plato y encontrarme contigo en el Rudy’s y hablar del dia y tipiar tus cartas y llevar tus cajas y reírme de tus paranoias y regalarte discos que nunca escucharas y ver películas buenísimas y ver películas malas y quejarme del programa de radio y sacarte fotos mientras duermes y levantarme para prepararte el café con tostadas y pancitos y salir contigo a tomar un café al Florent en medio de la noche y dejar que
me robes los cigarrillos y que nunca tengas fuego y contarte lo que vi. en la tele la otra noche y acompañarte al oculista y no reírme de tus chistes y desearte por la mañana pero dejarte dormir un poco mas y mientras darte besos en la espalda y acariciar tu piel y decirte cuanto me gusta tu pelo tus ojos tus labios tu cuello tu pecho tu culo. Y sentarme a fumar en las escaleras hasta que vuelva tu vecina y sentarme a fumar en las escaleras hasta que tu vuelvas y preocuparme cuando te atrasas y asombrarme cuando te adelantas y regalarte girasoles e ir a tu fiesta y bailar hasta quedar negro y estar triste cuando me equivoque y feliz cuando me perdones y mirar tus fotos y desear haberte conocido desde siempre y sentir tu voz en mis oídos y sentir mi piel contra tu piel y tener mucho miedo cuando te enojes y se te ponga un ojo rojo y otro azul y tu pelo hacia la izquierda y una cara de oriental y decirte que estas preciosa y abrazarte cuando estés ansiosa y abrazarte mas cuando sufras y desearte solo con olerte y abusarme al tocarte y gemir cuando este a tu lado y gemir cuando no este a tu lado y babear sobre tu pecho y
no envolverte toda la noche y sentir frió cuando me quites la manta y sentir calor cuando no lo hagas y derretirme cuando sonrías y desintegrarme cuando rías y no entender por que crees que te estoy rechazando cuando no te estoy rechazando y preguntarme quien eres pero aceptarte igual y contarte a cerca del ángel del árbol del niño del bosque encantado que voló sobre el océano porque te amaba y escribirte poemas y preguntarte por qué no me crees y tener un sentimiento tan profundo que no encuentra palabras y querer comprarte un gatito y sentir celos de él cuando reciba mas atención que yo y retenerte en la cama cuando te tengas que ir y llorar como un bebe cuando finalmente te vayas y vacías los ceniceros y comprarte regalos que no quieras y llevármelos otra vez y pedirte que te cases conmigo y que tu me digas que no otra vez pero continuar pidiéndotelo porque aunque tu creas que no es en serio siempre   fue en serio desde la primera vez y deambular por toda la ciudad pensando que sin ti esta vacía y querer todo lo que quieres y pensar que me estoy perdiendo a mi mismo y saber que contigo estoy a salvo y contarte de mi mismo lo peor e intentar darte lo mejor porque tu lo mereces y contestar tus preguntas cuando prefiera no hacerlo y decirte la verdad cuando en realidad no quiera e intentar ser honesto porque se que tu lo prefieres y pensar que todo se acabo pero aferrarme allí diez minutos mas que me eches de tu vida y te olvides de quien soy e
intentar acercarme a ti porque es hermoso aprendera conocerte y el esfuerzo vale la pena y hablarte mal en alemán y en peor hebreo y hacer el amor contigo a las tres de la madrugada y de alguna de alguna manera comunicarte algo de ese amor abrumador arrasador incondicional omnipresente y semipaterno que enriquece el corazón y libera la mente ese amor eterno y presente que siento por ti.
ANSIA de sarah Kane
"cama roja" de juan antonio canta